Este departamento de 130 m2 en un edificio de categoría de 60 años de antiguedad estuvo sin ocupantes por 12 años. El trabajo principal paso por el rediseño de la circulación original lo que permitió ganar un toilette, que no tenía, ampliar un baño y hacer un dormitorio en suite ganando también espacio sobre un gran lavadero que se achicó. Luego se hicieron trabajos de recambio total de revestimientos, pisos, e instalaciones en dónde se diseñaron los espacios de baños y cocina. Se intentó mantener el espíritu señorial del departamento y del edificio colocando revestimientos nobles y de calidad.
El resultado, un departamento totalmente reformado, puesto en valor y con un excelente valor de reventa.